Daniel Pintó Casas

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El hijo más sagaz

Parábolas para crecerUna historia de Etiopía nos presenta a un anciano que, en su lecho de muerte, llamó a sus tres hijos y les dijo:

– No puedo dividir en tres lo que poseo. Eso dejaría muy pocos bienes a cada uno de vosotros. He decidido dar todo lo que tengo, como herencia, al que se muestre más hábil, mas inteligente, más astuto, más sagaz. Dicho de otra forma, a mi mejor hijo. He dejado encima de la mesa una moneda para cada uno de vosotros. Tomadla. El que compre con esa moneda algo con lo que llenar la casa se quedará con todo.

Se fueron.

El primer hijo compró paja, pero solo consiguió llenar la casa hasta la mitad.

El segundo hijo compró sacos de pluma, pero no consiguió llenar la casa mucho más que el anterior.

El tercer hijo consiguió la herencia, aunque sólo compró un pequeño objeto, este era una vela. Esperó hasta la noche, encendió la vela y llenó la casa de luz.

Calumnias

Había una vez un hombre que calumnió grandemente a un amigo suyo, y todo por la envidia que le tuvo al ver el éxito que este había alcanzado.

Tiempo después se arrepintió de la ruina que trajo con sus calumnias a ese amigo, y visitó a un hombre muy sabio a quien le dijo:

-Quiero arreglar todo lo que hice, ¿cómo puedo hacerlo?– a lo que el sabio respondió:

-Toma un saco lleno de plumas ligeras y pequeñas y suéltalas donde quiera que vallas.

El hombre muy contento por aquello tan fácil tomó el saco lleno de plumas y en el cabo de un día las había soltado todas. Volvió donde el sabio y le dijo:

Parábolas para crecer-Ya he terminado– entonces el sabio contesto:

-Esa era la parte fácil… ahora debes volver a llenar el saco con esas mismas plumas que soltaste, sal a la calle y búscalas.

El hombre se sintió muy triste pues sabía lo que eso significaba, y no pudo juntar casi ninguna. Al volver el hombre sabio le dijo:

-Así como no pudiste juntar de nuevo las plumas que volaron con el viento, así mismo el mal que hiciste voló de boca en boca y el daño ya esta hecho.

Lo único que puedes hacer ahora es pedirle perdón a tu amigo, pues no hay forma de revertir lo que hiciste.

Aprender de las águilas

Entre las aves, el águila es la que vive mas tiempo, cerca de 70 años.
Pero para alcanzar esta edad, ella debe tomar una difícil decisión; nacer de nuevo.

Parábolas para crecer
A los 40 años sus uñas se encogen y se ablandan, dificultándole agarrar las presas de las cuales se alimenta. El pico alargado y puntiagudo, se encorva. Las alas envejecidas y pesadas, se le doblan sobre el pecho, impidiéndole emprender vuelos ágiles y veloces.

Parábolas para crecer
Le quedan al águila dos alternativas:
Morir o pasar por una dura prueba a lo largo de 150 días. esta prueba consiste en volar a la cumbre de una montaña y buscar abrigo en un nicho cavado en la peña. Allí golpea el pico viejo contra la roca hasta quebrarlo. Espera hasta que le crece el nuevo pico y pueda con el arrancarse las uñas. Cuando despuntan las uñas nuevas, el águila extirpa las plumas viejas y después de cinco meses, crecidas las plumas nuevas, arranca a volar de nuevo, decidida a vivir otros 30 años.

A lo largo de la existencia, la posibilidad de sobrevivir depende muchas veces de imitar el ejemplo del águila. El que se entrega, abatido, al peso del sufrimiento y de las dificultades, tiende a abreviar sus días.